La noche de San Juan... Una noche mágica. Una noche para soñar. Una noche para creer que puedes alcanzar todo lo que quieras. Una noche para amar.
Mel y Damien pasean por la playa, abrazados, muy cerquita el uno del otro. El oleaje de la orilla rompe contra sus piernas. Agua fresquita en una calurosa noche de principios de verano. Y es que esta será la primera noche de otras muchas, cada una especial a su manera.
Fuegos artificiales a lo lejos, juran no poder ser más felices. Saltan una hoguera y piden un deseo. Mel frunce el ceño concentrandose en su deseo, que ojalá se haga realidad. Corren y se tiran en la arena.
La luna y las estrellas observan sus actos desde el cielo: Se revuelcan en la arena, se comen a besos, las manos de Damien juegan con el cuerpo de la pequeña Mel y ella no hace más que reir y reir. Se quedan quietos, abrazados y cierran los ojos. Escuchan el sonido del mar recorriéndoles las entrañas. Abren los ojos y observan el cielo. La luna los ilumina y ellos se miran. Sonríen. Se besan. Se dicen te quieros al oído.
Y desean que ese cuento no acabe jamás.
7 comentarios:
Aissss yo tampoco quiero que acabe:))
Que imagen tan romantica...
me haces tener ya ganas de acelerar mis vacaciones en la costa...
Nunca queremos que acabe. Pero acaba.
realmente
es mágica esa noche
Me encanto! Pienso mandarte ese mail! Un besazo! :)
ojala para ellos todos los días sea la noche de san juan:)
Preciosa la noche de San Juan, y todo lo que en ella pasa.
amor amor...
Publicar un comentario