Se escucha al mar rugir bajo la luna de aquella estrellada noche de invierno. Pero ellos no se dan cuenta, se comen a besos el uno al otro. Él la sujeta y la aprisiona contra la muralla de piedra. Ella sonrie juguetona y saca algo del bolsillo de su chaqueta. Damien se vuelve loco y recorre con sus manos cada centímetro de su pequeño cuerpo. Tira de ella y se acuesta sobre la arena. Comienza el juego. El mar calla y la luna alumbra más que nunca. Se miran a los ojos. A Mel le vuelve loca la cara que pone Damien cuando lo hacen. El gesto que hace. Parece un niño travieso, con esa sonrisita de lado, sus pecas de chocolate, el pelo alborotado y esos ojos... Siempre le tiemblan las piernas cada vez que él la mira.
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2 feb 2010
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12 comentarios:
Si le tiemblan las piernas es que le gusta de verdad.. ;)
me ví ayer ho voglia di te, y el texto me recordo a una escena en la que están en la playa step y babi, pero lleueve.
es la única diferencia.
tu texto además de bonito, me ha hecho sonreír :) y la palabra de verificación: compi, también :))
Y cómo no, si cada vez que el la mira el mundo se detiene y ella se da cuenta de lo grandes que son juntos...
Es que hay cada mirada que...
que jueguecito más encantador.
esa sensación de temblequeo de las piernas es porque realmente lo que siente tiene poder :)
Besos
Yo solo busco, que me tiemblen las piernas...
pequeña sonrisa de amelie :)
O_O god
me encanta!
Qué tierno!
bonito bonito.. aprovecha cada segundo de esa mirada =)
Esta entrada tiene mucha pasión escondida. ¡Me gusta! Por supuesto, te sigo. También me gusta tu blog ^^
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